No nos vamos a engañar; para muchos motoristas, sobre todo para aquellos a los que los centímetros precisamente no les sobran, el tamaño importa. Y más si hablamos del tamaño del motorista. Ya sea por la altura del asiento de la moto, factor que, por otro lado, cuidan con todo detalle cuando quieren comprarse una, o la altura de los bordillos que tienen que subir o bajar con ella, la dificultad para poder llegar al suelo supone un hándicap muy importante y que les puede llegar a limitar mucho a la hora de llevar una moto, sobre todo en parado.
Y es que los motoristas más agraciados en altura no son conscientes de lo complicado que es para nosotros los bajit@s poder maniobrar a veces con la moto. Por eso, a la hora de estacionarla, nos cuesta mucho subir o bajar los bordillos de las aceras. ¿Por qué? Básicamente porque llega un punto de inclinación de la moto en el que tenemos los pies totalmente suspendidos en el aire y somos incapaces de apoyar ninguno de ellos contra el suelo. Esto supone un agobio enorme porque nos podemos caer, lo que nos provoca una gran inseguridad a la hora de estacionar nuestra moto. Y esto, a su vez, es uno de los grandes valores de MiMoto Parking.
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El acceso a MiMoto no cuesta
Desde MiMoto Parking siempre hemos querido ofrecer un servicio que aporte valor a nuestros clientes. De hecho el acceso a nuestros parkings, sencillo y sin ningún tipo de barreras arquitectónicas, fue uno de los primeros aspectos que tuvimos claros a la hora de estudiar la manera de llevar a cabo este proyecto. Es por ello por lo que todas las entradas a nuestros parkings están situadas a pie de calle, mediante una pequeña cuesta, (que no cuesta) y que hace que estacionar nuestra moto en un lugar seguro y vigilado, sea tarea de niños.
Así que, desde ya, vamos a imponer que “la cuesta de enero” sea solo eso, una pequeña cuesta que en MiMoto Parking no cuesta.